Introducción
Los prejuicios hacia las drogas y la sexualidad dificultan reconocer los problemas. Para algunos profesionales, casi cualquier uso de drogas o prácticas sexuales distintas a las socialmente aceptadas son problemáticas. Los abordajes moralistas o exagerados dificultan reconocer los problemas. Gran parte de los mensajes sobre sexo y drogas son de tipo negativo, centrados únicamente en los riesgos y problemas, sin distinguir los que son probables y frecuentes, de los anecdóticos o esporádicos. Esto lleva a perder confianza y no identificar las situaciones que verdaderamente implican peligro. Por otra parte, todos tendemos a ver como “normales” nuestras conductas y la autojustificación o el autoengaño son una reacción frecuente cuando aparecen dificultades.
Muchas veces, se deja en manos de un equipo profesional la responsabilidad de valorar si existe o no un problema. En realidad, lo importante es la reflexión personal y profunda sobre el grado de satisfacción que nos produce nuestra conducta y nuestros hábitos. Si los placeres son mayores a los riesgos que nos exponemos, si verdaderamente percibimos que llevamos el control sobre nuestra vida y si lo que hacemos, nos permite vivir la vida de la forma en la que la queremos vivir.
No se trata de someterse a un interrogatorio, sino de pararse un rato a pensar sobre algunos aspectos. Es posible que no tengas nada que cambiar. Es posible que algunas preguntas no te las hayas planteado antes. Es probable que puedas cambiar algunas cosas por ti mismo/a, si crees que lo necesitas. También podría suceder que necesites cambiar cosas, pero no lo consigas. En ese caso podría existir un problema. A veces los problemas se solucionan individualmente, con el tiempo o con la ayuda de gente cercana. En otras ocasiones puede ser conveniente e incluso necesario el consejo o apoyo de un equipo profesional.
¡Recuerda!
- Por lo general, cuando una persona desarrolla un modelo de consumo problemático, la droga no suele ser el principal problema, sino el síntoma de un problema. Suele suceder cuando en el placer del uso, la persona encuentra alivio en algún malestar emocional o psicológico de trasfondo, y en vez de afrontarse o tomar consciencia, hay una evasión en el consumo.
- Como dato curioso, en entornos de chemsex, el porcentaje de personas que desarrollan un consumo problemático es similar al que ha vivido situaciones de violencia homófoba (vejaciones o agresiones físicas). En la práctica, la mayoría de profesionales referencian como la homofobia y serofobia interiorizada tiene un papel importante a la hora de desarrollar estas problemáticas.
- Los problemas relacionados con la dependencia son los menos frecuentes. El riesgo con mayor frecuencia en el consumo de drogas son los efectos agudos de estas (por abuso, por no conocer la dosificación, por interacciones farmacológicas, etc.).
Reflexiones
¿Utilizo las drogas y el sexo en la manera que yo quiero? ¿Con qué frecuencia lo hago? ¿Con qué frecuencia me gustaría hacerlo? ¿Está cambiando mi forma de consumir con el tiempo? ¿Consumo más que antes?
¿Cuál es mi círculo social? ¿Tienen mis mismos intereses? ¿Cuántas de mis amistades no están relacionadas con mi manera de vivir el sexo y las drogas? ¿Cómo me relaciono entre semana con la misma gente con la que voy de fiesta?
¿He probado a hacer cosas distintas? ¿Lo he conseguido? ¿Cómo me he sentido?
Si tienes pareja o relaciones estables… ¿Hay diferencias entre su manera de vivir el sexo y las drogas y la mía? ¿Cómo lo gestionamos? ¿Están claros los límites? ¿Hemos tenido problemas de desconfianza o celos? ¿Qué pasaría si la otra persona o yo quisiéramos dar un cambio a nuestra vida en este sentido?
Si no tienes pareja… ¿la estás buscando? En caso afirmativo… ¿Cómo te gustaría que fuera? ¿Alguien con tu estilo de vida o completamente distinto? ¿En qué medida mi entorno facilita o dificulta conseguir lo que busco?
¿Tengo o he tenido problemas económicos relacionados con mis usos de drogas? ¿Cuánto dinero me gasto? ¿He tenido dificultades para controlar el gasto? ¿He hecho cosas que no haría normalmente para conseguir drogas?
¿Con qué frecuencia he dejado de cumplir con mis obligaciones (laborales, familiares, de estudio…) después de una fiesta?
¿Con qué frecuencia mantengo relaciones sexuales tomando drogas? ¿Y sin tomarlas? ¿Me siento a gusto conmigo en este sentido? ¿Cuándo es la última vez que tuve sexo sin drogas?
¿Cuáles son mis límites y normas con respecto al sexo seguro? ¿En qué medida el consumo de drogas puede afectarlos? ¿He hecho cosas bajo el efecto de sustancias que no haría en condiciones normales?¿Cómo me siento al respecto?